lunes, 9 de marzo de 2009

Londres

Acabo de llegar de Londres. La primera vez que estuve (hace ya casi cinco años) estuve sólo unas horas y ya me pareció una ciudad tremenda y eso que fuí solo; lo he confirmado, es una ciudad impresionante y me encantaría vivir allí (bueno, más o menos). He ido con Santi y con Soraya y además allí nos econtramos con Rafa y Rebeca y con Belén y Álvaro (dos amigos de Soraya que viven en Londres).

Para llegar tuvimos problemas con los trenes y los autobuses, se retrasó el vuelo de Ryanair (es la primera vez que me pasa) y el autobusero del aeropuerto a Londres se perdió por mitad del camino; pero al final llegamos bien a Piccadilly, donde estaba el albergue.

Al día siguiente nos encontramos con Belén y nos fuímos a hacer un tour por el centro con una guía venezolana que animño bastante el cotarro, vimos la Abadía de Westiminster (impresionante!!!) y después de comer Fish and Chips (que me decepcionaron bastante, todo hay que decirlo) y una visita al Starbucks fuímos al London Eye desde donde se puede ver entre otras cosas esto:
y luego nos fuímos a tomarnos una cerveza a un pub con un árbol dentro (o como yo entendí, al Pub del Argos).

A día siguiente nos tocó andar bastante y visitamos la National Gallery, la Catedral de St. Paul, nos medio timaron en una "pizzería" seguimos andando hasta London City (porque lo del día anterior está en Westminster) por las calles de Jack el destripador, y vimos el Puente y la Torre para volver andando de nuevo hasta Piccaddilly, descubriendo Covent Garden y flipando por ello. Por la noche vimos el musical de Grease en primera fila y cenamos en un chino y al final estabamos tan reventados que tuvimos que dejar la famosa marcha londinense para alguna visita futura (¿alguien se apunta este verano?).

El domingo lo apuramos en el mercadillo de Camden, que es impresionante y me recordó bastante a una mezcla entre Berlín, Provincetown y algo totalmente diferente y único (de eso se trata ¿no?). Y después de eso, por primera vez en todo el viaje se nubló y nos llovió, con lo que se puede decir que tuvimos muchíííííísima suerte.

Y bueno, la vuelta, pues más de lo mismo: metro, tren, avión (retraso incluído), taxi (gratis con el Semesterticket), regional uno y regional dos; y las once y pico en casita de vuelta.

En definitva, que me ha encantado, que tengo que volver y que la gente no se ha enterado de que estamos en crisis, porque aquello estaba lleno de españoles.

God save the Queen

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