He oído que ayer hubo huelga en España. No tendríamos que haber llegado a esa situación (aunque este año no me afecte, me considero complice de que las cosas estén como están porque también formo parte de la inmovibilidad, por eso digo "tendríamos" y no "tendríais"), tendríamos que haber protestado mucho antes y tendríamos que habernos REBELADO. Y esto ¿a qué viene?
Acabo de recibir un correo del SAE (Servicio Andaluz de Empleo. Sí tienen la caradura y la poca vergüenza de llamarse así "de empleo") con una oferta de trabajo en Maracena (una localidad de unos 20.000 habitantes y menos de 5 kilómetros cuadrados en el centro de la provincia de Granada). La oferta literal es
Profesor o profesora de inglés y francés con titulación en filología inglesa, para impartir clases a alumnos de secundaria y bachiller. Se valorarán tambien conocimientos para poder impartir clases de latín, griego e historia. Preferentemente con un año de experiencia. Se ofrece contrato de obra y servicio (aproximadamente 9 meses), a media jornada. Horario de lunes a jueves de 16:30 h a 20:30 h y viernes de 16:00 a 18:00. Sueldo 600€ brutos. Incorporación inmediata.
Y el nivel profesional por supuesto no es "licenciados" o "universitarios" o algo así, sino "Técnicos y sin categoria laboral determinada".
En resumen, piden un licenciado que hable cuatro idiomas (porque el latín y el griego os recuerdo que también son idiomas) y que pueda enseñar historia, que tenga experiencia, que trabaje a media jornada (me río yo de que las horas de docencia directa son las únicas que un profesor le dedica al trabajo, y también de que 18 horas sean media jornada) por 600 € brutos al mes y cotizando como si no hubiera hecho una carrera universitaria.
En Alemania, trabajando 23 horas de docencia directa (tampoco es jornada completa, pero casi), obligándome a enseñar sólo aquello para lo que estoy realmente cualificado (quienes trabajéis en institutos en España sabréis de sobra lo que son las "asignaturas afines" ¿no?) y sin haberme obligado (o incluso ser preferente) a tener experiencia, cobraré en bruto más del doble y cotizaré como el grupo que me corresponde (y quienes tengan más experiencia cobrarán bastante más que yo). Además me he enterado de que la impresora que me he comprado, al haber sido un gasto para el trabajo me desgrava al hacer la declaración de la renta (seguramente no mucho, pero sí algo), y en el caso concreto de la impresora me va a estar desgravando tres años (si las tres próximas declaraciones las hago en Alemania, claro está).
La conquista de los derechos sociales no es que en el anuncio en vez de escribir"un profesor" escriban "un profesor o una profesora", es algo muy distinto. Es que un trabajo no sea una explotación, es que la consigna de "el trabajo (os/te/me) hace libre(s)" deje de ser la bastarda ironía que era en las puertas de Auschwitz y que realmente nos haga libres y dignos. Y no, esos derechos no se consiguen quemando contenedores y saliendo UN DÍA a la calle a bailarle el agua a quienes hace tiempo olvidaron lo que supone ser trabajador y prefieren estar liberados de esa carga (en educación los conocemos como "desertores de la tiza", en otros campos tendrán otros nombres, pero en todos se agrupan bajo unas siglas). Si tiene que arder Roma que arda... perdón, si teneMOS que quemar Roma, quemeMOSla (insisto en el nosotros, en el que me incluyo yo, porque Roma no arde por sí sola).
Pero mientras sigamos mendigando un mísero sueldo y aguantando que nos obliguen a trabajar en algo para lo que no estamos preparados y que nos paguen un sueldo muy inferior al que nos corresponde (no sólo por nuestra formación, sino también, y más importante, por la labor que desempeñamos); mientras sigamos haciendo todo eso, nunca conquistaremos los ansiados derechos sociales con los que tanto se les llena la boca a los chupópteors de nuestros políticos. (Y estoy seguro de que a la oferta en Maracena van a contestar muchísimos jóvenes andaluces, mendigando un sueldo y unas condiciones muy inferiores a las que se merecen).
No sé si conocéis a Henry David Thoureau, fue uno de los primeros escritores importantes en la historia de los Estados Unidos (sí, ese país que quien sólo conoce de oídas o por las películas tiene tan idealizado o tan demonizado). Una de las muchas cosas que escribió fue el ensayo "Resistencia al gobierno civil", también conocido como "Desobediencia civil" (aquí lo tenéis en inglés y aquí en español). Os recomiendo que lo leáis, porque entre otras cosas muy interesantes dice que quien no afrenta las injusticias es cómplice de ellas, y habla de cómo asumió las consecuencias (es decir, de como asumió su propia responsabilidad, de cómo no escurrió el bulto) de haberse rebelado contra el gobierno civil. En su caso se rebeló no pagando impuestos. Pero ¡OJO! una cosa es evadir impuestos (es decir, no pagar impuestos SIN asumir las consecuencias) y otra muy diferente es no pagar impuestos (es decir, no pagar impuestos, anunciando a las administraciones que lo haces porque consideras injusta su forma de gobernar y ASUSMIENDO la responsabilidad de tus actos, en su caso la pena de cárcel que le impusieron).
No digo que ahora todos de repente dejemos de pagar impuestos; sino que mientras que no luchemos de forma real y efectiva (es decir jugándonos el cuello) por aquello que consideremos injusto, ni nos van a escuchar, ni nos van a hacer caso, ni van a dejar de bajarnos el sueldo y las pensiones, mientras ellos (los políticos) siguen teniendo su VISA oro y sus coches oficiales pagados con todo el dinero que nos han robado (porque quitarnos parte de un sueldo que nos corresponde legítimamente es ROBAR).
Y ya para acabar esta reflexión, no os hacéis una idea de cuantísimo echo de menos tomarme unas cañas bajo la luna de Córdoba en la Corredera o en el bar Correo y esas conversaciones eternas sin hablar de nada (o hablando de todo). Pero no podeMOS permitir que eso sea lo único que motive nuestra lucha diaria (no por sobrevivir, sino) por vivir dignamente.