jueves, 30 de septiembre de 2010

De condiciones laborales y movimientos sociales

EDITO: Este post es larguísimo, pero ni es gracioso (quizá los otros tampoco os lo parezcan, pero este pretende ser bastante serio), ni cuento nada importante (o trivial) que me haya ocurrido. Es una simple (y quizá aburrida) reflexión social y política. Así que si no queréis leerla no me sentiré mal (como tampoco me sienta mal cuando no leéis que me he comprado una impresora o que he perdido el tren).

He oído que ayer hubo huelga en España. No tendríamos que haber llegado a esa situación (aunque este año no me afecte, me considero complice de que las cosas estén como están porque también formo parte de la inmovibilidad, por eso digo "tendríamos" y no "tendríais"), tendríamos que haber protestado mucho antes y tendríamos que habernos REBELADO. Y esto ¿a qué viene?

Acabo de recibir un correo del SAE (Servicio Andaluz de Empleo. Sí tienen la caradura y la poca vergüenza de llamarse así "de empleo") con una oferta de trabajo en Maracena (una localidad de unos 20.000 habitantes y menos de 5 kilómetros cuadrados en el centro de la provincia de Granada). La oferta literal es

Profesor o profesora de inglés y francés con titulación en filología inglesa, para impartir clases a alumnos de secundaria y bachiller. Se valorarán tambien conocimientos para poder impartir clases de latín, griego e historia. Preferentemente con un año de experiencia. Se ofrece contrato de obra y servicio (aproximadamente 9 meses), a media jornada. Horario de lunes a jueves de 16:30 h a 20:30 h y viernes de 16:00 a 18:00. Sueldo 600€ brutos. Incorporación inmediata.

Y el nivel profesional por supuesto no es "licenciados" o "universitarios" o algo así, sino "Técnicos y sin categoria laboral determinada".

En resumen, piden un licenciado que hable cuatro idiomas (porque el latín y el griego os recuerdo que también son idiomas) y que pueda enseñar historia, que tenga experiencia, que trabaje a media jornada (me río yo de que las horas de docencia directa son las únicas que un profesor le dedica al trabajo, y también de que 18 horas sean media jornada) por 600 € brutos al mes y cotizando como si no hubiera hecho una carrera universitaria.

En Alemania, trabajando 23 horas de docencia directa (tampoco es jornada completa, pero casi), obligándome a enseñar sólo aquello para lo que estoy realmente cualificado (quienes trabajéis en institutos en España sabréis de sobra lo que son las "asignaturas afines" ¿no?) y sin haberme obligado (o incluso ser preferente) a tener experiencia, cobraré en bruto más del doble y cotizaré como el grupo que me corresponde (y quienes tengan más experiencia cobrarán bastante más que yo). Además me he enterado de que la impresora que me he comprado, al haber sido un gasto para el trabajo me desgrava al hacer la declaración de la renta (seguramente no mucho, pero sí algo), y en el caso concreto de la impresora me va a estar desgravando tres años (si las tres próximas declaraciones las hago en Alemania, claro está).

La conquista de los derechos sociales no es que en el anuncio en vez de escribir"un profesor" escriban "un profesor o una profesora", es algo muy distinto. Es que un trabajo no sea una explotación, es que la consigna de "el trabajo (os/te/me) hace libre(s)" deje de ser la bastarda ironía que era en las puertas de Auschwitz y que realmente nos haga libres y dignos. Y no, esos derechos no se consiguen quemando contenedores y saliendo UN DÍA a la calle a bailarle el agua a quienes hace tiempo olvidaron lo que supone ser trabajador y prefieren estar liberados de esa carga (en educación los conocemos como "desertores de la tiza", en otros campos tendrán otros nombres, pero en todos se agrupan bajo unas siglas). Si tiene que arder Roma que arda... perdón, si teneMOS que quemar Roma, quemeMOSla (insisto en el nosotros, en el que me incluyo yo, porque Roma no arde por sí sola).

Pero mientras sigamos mendigando un mísero sueldo y aguantando que nos obliguen a trabajar en algo para lo que no estamos preparados y que nos paguen un sueldo muy inferior al que nos corresponde (no sólo por nuestra formación, sino también, y más importante, por la labor que desempeñamos); mientras sigamos haciendo todo eso, nunca conquistaremos los ansiados derechos sociales con los que tanto se les llena la boca a los chupópteors de nuestros políticos. (Y estoy seguro de que a la oferta en Maracena van a contestar muchísimos jóvenes andaluces, mendigando un sueldo y unas condiciones muy inferiores a las que se merecen).

No sé si conocéis a Henry David Thoureau, fue uno de los primeros escritores importantes en la historia de los Estados Unidos (sí, ese país que quien sólo conoce de oídas o por las películas tiene tan idealizado o tan demonizado). Una de las muchas cosas que escribió fue el ensayo "Resistencia al gobierno civil", también conocido como "Desobediencia civil" (aquí lo tenéis en inglés y aquí en español). Os recomiendo que lo leáis, porque entre otras cosas muy interesantes dice que quien no afrenta las injusticias es cómplice de ellas, y habla de cómo asumió las consecuencias (es decir, de como asumió su propia responsabilidad, de cómo no escurrió el bulto) de haberse rebelado contra el gobierno civil. En su caso se rebeló no pagando impuestos. Pero ¡OJO! una cosa es evadir impuestos (es decir, no pagar impuestos SIN asumir las consecuencias) y otra muy diferente es no pagar impuestos (es decir, no pagar impuestos, anunciando a las administraciones que lo haces porque consideras injusta su forma de gobernar y ASUSMIENDO la responsabilidad de tus actos, en su caso la pena de cárcel que le impusieron).

No digo que ahora todos de repente dejemos de pagar impuestos; sino que mientras que no luchemos de forma real y efectiva (es decir jugándonos el cuello) por aquello que consideremos injusto, ni nos van a escuchar, ni nos van a hacer caso, ni van a dejar de bajarnos el sueldo y las pensiones, mientras ellos (los políticos) siguen teniendo su VISA oro y sus coches oficiales pagados con todo el dinero que nos han robado (porque quitarnos parte de un sueldo que nos corresponde legítimamente es ROBAR).

Y ya para acabar esta reflexión, no os hacéis una idea de cuantísimo echo de menos tomarme unas cañas bajo la luna de Córdoba en la Corredera o en el bar Correo y esas conversaciones eternas sin hablar de nada (o hablando de todo). Pero no podeMOS permitir que eso sea lo único que motive nuestra lucha diaria (no por sobrevivir, sino) por vivir dignamente.

martes, 28 de septiembre de 2010

Dos noches sin dormir... y camino de la tercera

Y lo malo es que no ha sido por asuntos de placer; que sé lo que estáis pensando, so cochinos que tenéis la mente sucia, jajajajajajaja (¡¡¡seguro!!!). Ha sido por trabajo... bueno, más o menos. Pero mejor empiezo por el principio, que es lo que me gusta.

El sábado podemos obviarlo porque lo único que hice fue ir a comprar, instalarme la impresora (por cierto, me he comprado una impresora) y prepararme las clases para el lunes. El domingo me fuí a Heidenheim (vale, lo admito, el comienzo de la ausencia de sueño sí que fue por placer). La cosa fue así; yo quedé con Aitor (otro profe visitante) en Heidenheim a eso de las once, pero mi tren llegaba dos minutos antes que el suyo. Así que nada, dos horas después de salir de mi casa (que se dice pronto, pero se tardan dos horas en llegar) allí que me planté en Heidenheim y dos minutos después llegó el tren de Giengen (de donde venía Aitor)... pero allí se bajaron muchos alemanes y ningún Aitor (o a lo mejor sí, que no les pregunté el nombre... pero si ya es extraño que un gallego se llame Aitor, que un alemán se llame así, ya es pa mear y no echar gota). Así que me dije "como sabía que hoy iba a tener que usar el móvil, menos mal que ayer me dió por cargarlo, que luego pasa lo pasa" y entonces me dí cuenta de que mi móvil tenía la batería llenísima y que estaba... muerto de risa en mi casa (si es que para una vez que no se olvida cargarlo antes de un viaje, se me olvida cogerlo).
Bueno, pues a ver Heidenheim yo solito que me fuí. Un mercadillo muy apañado, unas calles que no son tan feas como Duisburg, pero que no se pueden comparar a Schwäbisch Hall, un castillo en lo alto de la montaña. Y cuando llevaba casi una hora me dije "si yo he perdido todos los trenes que se pueden perder en Alemania, a lo mejor a este chico le ha pasado lo mismo", así que me volví a la estación, y en el siguiente tren de Giengen ya si vino Aitor. Y ya luego subimos al castillo, a la fiesta que había allí (igual que el fin de semana pasado, entiendase "fiesta" como celebración-alemana-con-bancos-mesas-cervezas-y-bratwurst) y nos dimos una vuelta por el pueblo, fuímos al estadio donde juega el equipo local de fútbol (que es de 1800 y pico, ahí es nada, siglo y medio que tienen, y siguen en tercera, con más moral que el Alcoyano) y luego pues no fuímos Giengen, la ciudad de los ositos de peluche Steiff de precios prohibitivos y hogar de la Pensión Rivas. Y sobre las seis o así, me vine de vuelta a Hessental (si a la ida tardé dos horas, pues a la vuelta también) y en el tren me iba medio durmiendo (o durmiendo completo) a pesar del té y los dos cafés que me había tomado. Cuando noté el té, los cafés y la siesta en el tren fue a la hora de irme a la cama, que entre que no tenía sueño y que no paraba de pensar "mejor me duermo, porque mañana a las seis tengo que estar en planta" antes de la una no caí... y encima me desperté antes de que sonara el despertador.

El lunes por la mañana tuve clase y no llegué a mi casa hasta las cuatro de la tarde (y eso después de correr una maratón para coger el tren de vuelta, que si no habría llegado una hora más tarde) y cuando llegué en vez de prepararme la clase de hoy, me puse con un Power Point sobre Córdoba para el día de las puertas abiertas. Resultado: a las once la noche todavía no había empezado a preparar la clase. Seguramente mis alumnos hoy habrán pensado "¿Se irá Herr Rísquez de juerga con el cierrabares del anuncio de Vispring la noche antes de una entrevista de trabajo?" porque cuando me he mirado al espejo tenía los ojos inyectados en sangre. Pero al menos me ha salido una clase medianamente apañada.

Y ahora os dejo que me voy a preparar las clases de mañana, a ver si hoy por fín puedo dormir (aunque ya surgirá algo que me trastocará mi planazo para esta noche, seguro).

viernes, 24 de septiembre de 2010

Prueba superada

Por fín viernes. Ya acaba la primera semana completa como profesor (la semana pasada sólo dí un tercio de las clases por diversas circunstancias), y la verdad es que no ha ido nada mal. He enseñando y he aprendido varias cosas. De lo que he enseñando no hace falta hablar porque si comprendéis este blog tenéis más nivel de español que mis alumnos y lo que he aprendido ya lo había oído muchas veces antes, pero por fín lo estoy sufriendo en mis propias carnes: que 23 horas de docencia directa conllevan 46 de preparación previa (y que a veces ni siquiera son suficientes); que no entiendo por qué hay alumnos a los que obligan a estar en la escuela... y que hay otros alumnos que me demuestran cada día que todo esto sí merece la pena.

Por fín viernes. Pues vaya, nos podíamos haber quedado en el jueves, por lo menos hacía sol. Sí, está nublado, pero da igual porque hoy me voy a un cumpleaños típicamente alemán; pero no un cumpleaños de un estudante alemán típico; sino de un alemán (de una alemana, en este caso) de verdad, de los que trabajan y hacen tartas y bizcochos, de los que viven en la Alemania profunda (porque señoras y señores, por si todavía no os habíais enterado vivo en lo más profundo de la Alemania más profunda: SUABIA!!!!!) y de a los que les parece lo más normal del mundo desayunar salchichas y cerveza (esto último aún sin confirmar). Sí, una de esas alemanas que se podían ver antes en las olimpiadas defendiendo la bandera de la RDA.

Por fín viernes. Y lo mejor es que mañana es sábado y me voy al Media Markt y al LIDL. Y hoy me han llegado un montón de cosas de Argentina para el día de las puertas abiertas. Y espero que mañana el día esté mejor que hoy porque quiero coger la bici, pero si está tan nublado me voy a tener que abandonar en brazos del sedentarismo. Y a lo mejor este finde me voy por ahí a ver mundo. (Y si no me voy pues me quedaré con el recuerdo del cumpleaños de un alemán adulto típico).

Servus!!

lunes, 20 de septiembre de 2010

Cansancio

¡¡POR LA GLORIA DE PIRAÑA Y LOS BOCATAS DE CHORIZO!!! ¡Qué cansado estoy!
¿A que no adivináis qué he hecho hoy? (Aparte de trabajar y de dar siete horas de clase, claro está) Pues he ido a LIDL... "Pues tampoco es para tanto. Ir al LIDL no cansa", pensaréis vosotros incautos lectores. Pues os equivocáis, porque ¿a qué no sabéis cómo he ido? Pues ni más ni menos que así. Y ¿cómo he conseguido la bici?
Pues nada, el caso es que ha hecho bueno tiempo (para que os hagáis una idea: hemos esperado el tren después del trabajo sentado en una terracita tomando el sol en manga corta... ¡¡¡y el sol picaba!!!). Así que cuando he llegado a casa me he puesto a charlar con Frau Leidig (la dueña del cotarro donde vivo) y charlando del tiempo y de tal y cual me salta:
- Es que hoy es un día para irse con la bici por ahí.
Y a mí me entraron ganas y le suelto:
- Vaya que sí, por cierto ¿sabe donde me puedo comprar una?
- Anda, pues espera que le pregunto a mi marido. Vente p'abajo conmigo.
Total, que se ponen a hablar en suabo, que es algo así como si un gaditano se mete una patata en la boca y encima habla con la boca cerrada y yo el alemán que sé es equivalente a un perfecto castellano de Valladolid; así que cuando la gente se pone a hablar en suabo mi mente se conecta con el universo y desaparece del plano astral en el que se encuentra mi cuerpo. Así que cuando acabó su conversación, que fue algo así como.
- Kkjsdgbfkjnv
- Akjsfgkjhfd
- FHsgdhfbsan
- FShcghgbds
(Os la he transcrito en un perfecto suabo). Me dice el hombre, vente p'acá. Y (abreviando) coge y me deja una bici que tenían en el trastero. Bueno, en realidad tienen cuatro, pero me ha dejado una superchula (me iba a dejar una de paseo que estaba más arrumbiá que la que tenía yo en Berlín, pero como la rueda de atrás estaba desinflada, al final me ha dejado la chula, que es de montaña).
Y bueno, eso, que a uno que le gusta el sedentarismo más que a un tonto un lápiz; pues he acabado cansadísimo. Pero que al final todo son ventajas, porque como he llegado tan hecho polvo y tan chorreando, cuando estaba en la cocina mi compañero de piso se ha puesto a hablar conmigo y todo ¡¡¡y frases completas!!!, yo creo que lo estoy desalemanizando; ya mismo va a ser capaz de tener una conversación completa... y sin pedir cita previa ni nada!!!!

También tengo que hablaros del festival de la cerveza en el que estuve el sábado (el tercero más grande de Alemania, después de Múnich y Stuttgart... aunque con los alemanes nunca se sabe) con Paula (otra profe visitante) y del día de la amistad de ayer en Schwäbisch Hall con Laura (otra profe visitante, que vive en Schwäbisch Hall). Pero como no quiero cansaros y tengo que preparar un montón de cosas para mañana os quedáis con las ganas, jejeje.

Be happy!!! (Que además ya soy también profe de inglés, por cierto con los del PGS (que ahora se llama PCPI) bastante bien... por ahora)

viernes, 17 de septiembre de 2010

Esslingen (1)

Hace ya días que no escribo, pero tranquilos que no me ha pasado nada. He estado en Esslingen de Fortbildung (formación del profesorado). Salí hacia allí el jueves por la mañana y acabo de volver; lo mejor del cursillo ha sido volver a vernos los nueve profesores visitantes de este año y la guía que nos enseñó el casco antiguo de la ciudad ¡¡menuda marcha que tenía la señora!! y eso que no podía tener ya más años.
Y ¿sobre qué era el curso? Principalmente sobre ¿qué hacer el día de los padres? y ¿cómo corregir un examen?. Lo del día de los padres, quienes seáis profes ya sabéis más o menos cómo va: un niño no trabaja, tú le suspendes, y viene el padre a inquirir (aunque a veces es más bien a encarar -se contigo) por qué le has suspendido a su niño con lo inteligente trabajador que es. A nadie se le ocurre pensar que los profesores no suspenden a sus hijos, sino que son los propios hijos quienes suspenden o aprueban; los profesores tenemos mejores cosas que hacer que inventarnos la nota de nuestros discentes y más con el tiempo que empleamos en corregir (NOTA: me encanta como suena la palabra "discente"). Así que nada, esa parte era cómo presentarnos a los padres para entrarles por el ojo y luego no tener muchos problemas con ellos.
Pero lo que ha tenido más peso en la Fortbildung ha sido lo de la evaluación (que en alemán se dice Leistungmessung y literalmente significa "medición del esfuerzo") y de verdad que para comprender la evaluación en Alemania hay que hacer un doctorado, así que imaginad no sólo para comprenderla sino encima para evaluar. Hay que tener en cuenta la nota oral y la nota escrita y el peso que tiene cada una; luego, dentro de cada una hay que ver los diferentes aspectos que la componen y ver cómo se evalúa cada uno de esos aspectos, y sobre todo y muy importante hay que anunciarlo al principio del curso a los alumnos y a los padres. Además en la Klasse 11 las notas van del 6 (mínimo) al 1 (máximo) y se aprueba a partir del 4; pero a partir de la 12 van del 1 (mínimo) al 15 (máximo) y se aprueba a partir del 5. En fin unos rollos que no os interesan para nada, así que mejor no os aburro.
Volviendo a la señora guía de Esslingen, después de enseñarnos el centro de la ciudad, ella se fue a su casa y nosotros a reflotar la economía alemana a base de beber cerveza. Bueno, en realidad tampoco reflotamos mucho porque 1) teníamos que coger el metro de vuelta al centro de formación (donde hemos dormido y ha sido el curso) y 2) nos echaron del bar a las once y media.
Pero ¿nos achantamos? Nada más lejos de la realidad. En el sótano del centro de formación había un billar, un futbolín y un frigorífico con cervezas que podías coger y soltar dos euros en la cajita que había al lado (lo cual en Alemania funciona a la perfección, por mucho que no lo concibáis).
Consecuencia: como dice la sabiduría popular ¡Noches alegres, mañanas tristes! Los tres que nos quedamos los últimos, cuando nos sonó el despertador esta mañana, no podíamos con nuestra alma. Yo personalmente no me creía que me tuviera que levantar tan temprano. Pero a todo se acostumbra uno, así que me levanté, me duché, me tomé mi café, mi bocata y mi Gelocatil y a seguir dándolo todo por la Patria.
Y ahora os dejo porque estoy cansadito y mañana me toca corregir y aplicar lo que he aprendido en la Fortbildung; que las 23 horas son de docencia directa; la preparación de las clases y la corrección no están ahí incluidas, pero también hay que hacerlas.

martes, 14 de septiembre de 2010

El mundo gira + Receta

Pues otro día más, el mundo sigue girando, yo sigo con mis cosas y vosotros seguís con las vuestras. Lo cierto es que hoy tampoco he hecho nada extraordinario y fuera de lo normal, he conocido a otro de los grupos a los que daré clase y se les ve apañados, una clase 12 (sobre 16 años, y algunos algo mayores), estoy bastante contento.

Después de eso he perdido el tren dos veces... y las dos han sido por mi culpa; pero por lo menos los papeles (¡¡¡¡¡¡¡aaagghhh burocracia!!!!!!) que tenía que hacer los he hecho perfectamente y ya están acabados, así que por ahí algo bueno.

Y como aparte de eso y compara un poco y poner la primera lavadora de este año hoy no he hecho nada reseñable, os pongo a primera receta que me llegó (me han llegado más, pero para no saturar, no las pongo todas del tirón).

Nos llega de la mano de Juanma, que lleva cocinando y viviendo en pisos de estudiantes desde ya unos cuantos años y si todavía no se nos ha muerto es que cocina bien ¿verdad? Ahí os dejo con Juanma y una receta algo exótica que sirve tanto para un día especial como para nuestras comidas de diario:

Pollo con curry y leche de coco
Precio total: unos 2€
Dificultad: mínima, si has aprendido a cortar la comida sin trepanarte los dedos.

Ingredientes
- Pollo (de ahí lo de "pollo" al curry), medio kilo
- Leche de coco (400cl, que es lo que trae una lata, si no lo encontráis, pillad dos cocos y con tino sacad el jugo que tienen dentro, aunque no quedará igual. Para ello tenéis dos opciones: golpetazo seco en el suelo e inmediatamente se coloca sobre un vaso, o destornillador y martillo, haciendo dos agujeros, uno para que salga el jugo y el otro para que entre el aire... Sea como sea, podéis usar lo blanco del coco de dentro para cualquier postre)
- Maizena (o harina de maíz, a unas malas, harina de trigo normal y corriente).
- Una cucharadita de curry (de ahí lo del pollo al "curry")
- Sal
- Pimienta
- Una cebolla

Elaboración
Es de lo más simple.
1º.- Cortamos el pollo en taquitos de un par de dedos de ancho y le hechamos sal y pimienta al gusto.
2º.- Cortamos la cebolla en rodajas
3º.- Rebozamos (sin huevo ni nada, simplemente hay que embadurnar) el pollo en Maizena (o harina de maíz, o a unas malas de trigo)
4º.- En un culillo de aceite en una sartén freímos el pollo a fuego vivo.
5º.- Cuando el pollo esté casi hecho (calculo que un par de minutos) sacamos el pollo y al aceite que queda agregamos la leche de coco, la cebolla y una cuchara de café de curry (sin café, lo del café es solo para el tamaño, se de alguien que hechó café a la masa de una base de pizza). Removemos y esperamos a que empiece a hervir.
6º.- Echamos el pollo a la salsa y esperamos a que reduzca (unos 10-15 minutos)
Ea, a comer, po toma plato típicamente indio.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Mi primer día

Pues eso, que hoy ha sido mi primer día de curro y ¿qué ha pasado? Pues que han dicho "Para que sepan cómo trabajamos los alemanes, hoy vamos a entrar 45 minutos antes que el resto de los días" y hemos tenido un claustro (GLK se llaman en alemán, aunque yo pongo las letras donde Dios me da a entender) a las 7:15.
Menos mal que luego se lo han pensado mejor y han dicho "ya ha sufrido bastante el pobrecito con el madrugón que se ha pegado; esta semana mejor que no se deslome, no vaya a ser que acabe baldao y al final tenemos un disgusto"; así que de siete horas que tengo que dar cada lunes, he dado una y media; pero es que el miércoles hay otras dos horas que se van a perder como lágrimas en la lluvia... y el jueves y el viernes me voy de Fortbildung (es decir de cursillos de formación), así que tampoco voy a la escuela; vamos, que de 23 horas de docencia directa semanales, esta semana voy a dar siete y media.
¿Y qué mas he hecho aparte de esa hora y media de docencia directa? Pues como he dicho, un claustro a las 7:15, luego ir a que me arreglaran el horario (porque por ahora no puedo estar en dos sitios diferentes a la vez, no ha sido porque no quisiera madrugar, que sé que era eso lo que estábais pensando), luego ir a desayunar (por tercera vez, que antes del claustro ya había desayuando dos veces) e intentar dar las tres clases que me tocaban hoy (porque las otras cuatro se habían anulado por ser el primer día de clase). Las dos primeras eran una doble (es decir dos horas seguidas con el mismo grupo), pero el tutor tenía que hablar con esa clase, así que se comió media clase y dí una clase y media. A la tercera no han venido los alumnos, y yo por poco me he puesto a llorar porque no han venido (bueno, más bien a llorar).
Así que nada, luego me he ido a comer un poquito, que ya estaba cansado de tanto trabajar y luego a las dos de la tarde, hemos tenido una reunión los profes del BVJ y BEJ y a las dos y media nos hemos hecho la foto de todos los profesores y luego un claustro larguísimo (pensad que somos más de 60 profesores y que en nuestra escuela hay cuatro tipos diferentes de institutos); y luego me han enseñado a usar las pizarras electrónicas que tenemos en el instituto.
Y vamos, que parece que no he hecho nada, pero que hasta las siete y media no he llegado a mi casa, y salí antes de las seis de la madrugada.
Ale, que os vaya chévere.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Pisto con pollo

Ya sé que echarle carne al pisto es un sacrilegio y por ello merezco arder en la hoguera, pero es que llevaba tres días sin comerme un bicho muerto y el cuerpo me pedía proteínas. Bueno, yo os pongo la receta que acabo de hacer y ya vosotros la remodeláis al gusto. Además os cuento, he hecho tanta comida que me iba a salir por las orejas (se ve que esto de perder peso en Alemania es sólo cuando no tienes ni un duro); por eso os pongo lo que he hecho y entre paréntesis lo que creo que sería mejor para una sola persona, si es para dos va bien lo que yo he hecho. Ah, bueno, y otra cosa, a esta receta le pega un buen vino tinto y una buena compañía... pues yo me he quedado sin lo uno y sin lo otro. Vamos al lío:

Ingredientes

- Un ajo (un diente, no una cabeza, no me seáis mendrugos)
- Una cebolla mediana (mejor media o una peqeñita)
- Dos pimientos (mejor sólo uno)
- Una berenjena grande (lo mismo que la cebolla, mejor media)
- Pollo (si os gusta con más carne, le echáis más y si os gusta con menos carne, pues le echáis menos, yo le he ehcado )
- Tres tomates medianitos (tirando a más bien pequeños, es que aquí no hay de los otros)
- Aceite
- Sal (si lo hacéis sin carne, no hace fata)

Preparación
Cubrimos el fondo de la sartén con aceite y echamos el ajo pelado y cortado en tacos (no en laminas, que si no, se nos quema); antes de que se empiece a dorar (es decir menos de un minuto) hacemos lo mismo con la cebolla cortada en tacos no demasiado pequeños y esperamos a que esté pocha y luego echamos el pimiento. Vamos, esto que acabo de decir es un sofrito de toda la vida (sólo le falta el tomate), sólo que normalamente los ajos se cortan en láminas y la cebolla y el pimiento en trozos pequeñitos.
Cuando el pimiento ya está frito (lleva un rato más largo que la cebolla y el ajo), echamos la berenjena, igual, cortada en tacos y esperamos (porque la berenjena sí que se toma su tiempo) a que esté dorada y un poco pocha.
Si lo hacemos con carne, ahora es el momento de echarla ¿cómo? pues, efectivamente, cortada en tacos. Si es pollo (o cualquier otra carne blanca) hay que echarle sal previamente, si es ternera (o cualquier otra carne roja) creo que no hace falta. Cuando veamos que la carne ya ha cambiado de color y está tierna pues echamos el tomate cortado en trozos relativamente grandes, es decir, a tacos; y bajamos el fuego a fuego medio, lo tapamos y eperamos un rato, volviendo a remover de vez en cuando porque si no, se pega (no he dicho que durante todo el proceso anterior también hay que estar continuamente removiendo, porque es de cajón).
Ya veréis que el tomate es lo que más caldo suelta de todo, por eso se echa lo último, porque si no, todo lo que se echa después no se fríe, si no que hierve (se cuece en el caldo del tomate).
Cuando veáis que se queda sin caldo (o cuando todo esté tierno) es que ya está. ¡¡Que aproveche!!
Otra cosa, si queréis echarle más verduras/hortalizas (por ejemplo champiñones o cualquier otra cosa) yo diría que antes de la berenjena, especialmente si son congeladas, porque hay que esperar a que se evapore (casi) todo el caldo para echar la berenjena.

Hay una variante muy rica que es con carne picada en vez de pollo y con queso, pero las proporciones son diferentes, así antes tengo que consultar con la experta.

Probad la receta y decidme qué tal os ha ido.

Fotos

Como son las 3:15 de la madrugada supongo que no hay mucha gente conectada, así que el estrecho de banda me da un respiro y por fín puedo subir las fotos. Os comento, están las del pueblo que eché esta mañana y algunas de las que hice en el bosque; he estado a punto de no subirlas porque no le hacen justicia ninguna, así que yo creo que lo mejor es que cuando vengáis a verme nos vayamos un día de senderismo por la región y lo veáis todo con vuestros propios ojos (me sé de cierta bióloga que si está leyendo esto y ha visto las fotos, ahora mismo se le está haciendo el chichi Coca Cola).

Os recuerdo el enlace al álbum de fotos: http://picasaweb.google.com/afra1984/Alemania3ParteSchwabischHall# Para verlas más grandes, pinchad en cada foto.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Lo prometido es deuda

Pues eso, que ayer os dije que iba a ir al monte a echar fotos para que lo viérais. Y he ido, depués de ir a comprar; pero no hay fotos. No porque se me haya olvidado la cámara ni nada de eso, sino porque hoy se ha roto la manivela de meterle prisa al internet (el concepto de prisa que tenéis vostros y el que tiene mi conexón es diferente) y casi no me deja ni escribir una entrada, así que de subir fotos mejor ni hablamos.

En realidad la entrada estaba prevista para deciros que había fotos nuevas, pero no las hay; así que hoy toca entrada cortita; entre otras cosas porque lo único que he hecho ha sido ir a comprar, subir al monte a echar fotos y tomarme un café con Mar y Mercedes (las dos profesoras de español de la escuela); ahora eso sí, el rato que he estado con ellas no hemos parado de reirnos, que mira que lo necesitaba ya y no llevo aquí ni una semana. Pero eso, hemos estado charlando, contándonos chistes y hablando de tonterías, que a vosotros os parecerá lo más natural del mundo... pero eso es porque no vivís en Alemania.

viernes, 10 de septiembre de 2010

De horarios, bosques y peticiones

Pues burla burlando hemos llegado al viernes. Y eso ¿qué significa? Que hoy he ido a la escuela a por mi horario y no me gusta nada. Primero, entro casi todos los días a primera hora (lo que significa que me levanto a las seis), además tengo que dar siete horas de inglés (en serio, a veces me planteo mi futuro profesional sin muchas esperanzas) a dos grupos de BEJ y eso ¿qué es? Pues algo parecido a un PGS; para quienes todavía estéis más perdidos que el barco del arroz os lo explico como me lo ha explicado Mar:
Son alumnos que se han quedado fuera del sistema educativo (NOTA: para quedarte fuera del sistema educativo en Alemania tienes que ser cafre, pero cafre cafre muy cafre) y como tienen que estar escolarizados obligatoriamente hasta los 17 pues los mandan al BEJ o al BVJ (tengo cinco horas porque tengo dos grupos, uno de cada, es decir uno de cafres cafres y otro de cafres cafres muy cafres). Bueno, esto lo estoy diciendo antes de conocer a los alumnos que lo mismo ahora resulta que los conozco el miércoles y no son tan cafres.
Lo que tampoco me gusta del horario es que voy a echar más horas que un reloj... y eso que no estoy a tiempo completo y de hecho hay dos días (por ahora) que acabo a las cuatro.

Pero oye, que no todo son malas noticias (en realidad no es una mala noticia, ya me la esperaba y es eso a lo que he venido: a trabajar, además me quejo como terapia, no porque realmente piense así), también hay cosas buenas.
Como a eso de las cinco ya había hablado con mis padres y había visto que era imposible hacer el Anmeldung (y creo que el lunes va a ser igual de imposible) pues me fuí a ver el bosque que tengo aquí enfrente nada más cruzar la vía. Una verdadera lástima que no me llevara la cámara, porque si os gustaron as fotos del pueblo, con las del bosque es que se os iba a caer la pilila a cachos ¡¡¡QUÉ BOSQUE Y QUÉ PAISAJE MÁS CHULO!!! Vamos, que me he vuelto porque aunque todavía quedaba bastante sol, entre tanto arbolito y tanta hoja y tanta naturaleza parecía que se estaba poniendo el sol porque la espesura no dejaba entrar la luz. Así que mañana por la mañana, aprovechando que no tengo anda que hacer y que por la tarde ya he quedado, me vuelvo al bosque, pero esta vez con más tiempo y me pondré a hacer fotos y toda la pesca.

Y ahora la petición del título. Un amigo mío se ha ido a vivir temporalmente (tres meses) al extranjero y es que casi la primera vez que se va tanto tiempo a estar allí solo y a cocinarse (fuera de España) y tal. Por eso, la petición o sugerencia es que (sobre todo, pero no sólo) quienes hayáis estado fuera de casa de vuestros padres, ya sea en el extranjero o simplemente estudiando en otra ciudad o porque ya os hayáis independizado o cualquier cosa mandéis recetas de cocina fáciles y que estén ricas; porque además el pobretico mío pues tiene morriña (bueno, igual que yo, pero como ya estoy acostumbrado, pues lo sobrellevo mejor). Y ¿qué son recetas ricas y fáciles? Por ejemplo Inma hace unos macarrones con ternera, cebolla y zanahorias que están para chuparse los dedos; Baldo hace un pollo a la cerveza que quien lo prueba acaba llorando de felicidad suprema; Miguel he oído que hace un pisto que es el mejor de toda Castilla (y además ahora también hace yogures). Pues cosas de esas. Vamos a dar un salto de calidad y pasar de comer como necesidad para sobrevivir a comer como placer no culpable. ¿Y cómo lo hacemos? Pues me mandáis las recetas y yo las publico o las ponéis vosotros en los comentarios.

PD: Además me han dicho que lo que dije el otro día del aliño sabor a pepinllos en vinagre podía sonar a "mmmmm, ¡¡¡qué rico!!! pepinillos en vinagre"; pues no, en realidad lo que quería decir era "puajjjjjjjjj ¡¡¡qué ascazo!!! pepinillos en vinagre, puaj puaj puaj". Así que ya sabéis por mi cumpleaños no me regaléis un litro de condimento sabor a pepinillos en vinagre.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cuando es que no, es que no

Hoy he estado en Stuttgart para conocer a los otros ocho profes visitantes de Baden-Württemberg. Hemos tenido unas jornadas de introducción al sistema educativo alemán y la verdad que me han servido bastante, sobre todo para ver cómo va lo de la evaluación y el primer día de clase; además de para otras cuestiones administrativas, sí, esa burocracia que tanto gusta a los alemanes (y que como no las tenga medianamente claras, pues no cobro y punto. Es que los alemanes son muy suyos para esas cosas, otro día hablaré de la burocracia alemana). Ah, claro y también (y sobre todo) para concernos, aunque ya nos conoceremos mejor en las de la semana que viene que duran dos días.
Pues bien, como este año somos poquitos (nueve, cuando normalmente eran unos quince) pues hemos acabado relativamente pronto y algunos nos hemos ido de cervezas. Y después de comprarme un móvil, pues nada cada mochuelo a su olivo.

Y ¿a qué viene el título de la entrada? Pues nada, que los alemanes tiene la sana costumbre de poner trenes con destinos diferentes con salida en la misma vía. Ejemplo: Tren a Creilsheim en la Vía 16 y Tren a Kiensabedondeheim también en la vía 16, pero un poquito más cerca de la entrada al andén, pero así, sin anunciarlo en las pantallas ni nada y que hizo Antoñito (que iba Creilsheim), pues montarse en elprimer vagón que vió.

Con todo eso tuve suerte, porque llegó el revisor y me dijo
- ¡¡¡Pero alma de cántaro que este no es tu tren!!! Que este tren no va a Schwäbisch Hall-Hessenthal (SHA-H a artir de ahora ¿vale?)
- Ya, pero es que voy a Creilsheim y allí hago trasbordo.
-Que no, chiquillo, que a Creilsheim iba la orimera parte del tren, pero que ya nos hemos separado.
- [nudo mental]
- Espera que te miro en mi minordenador qué tienes que hacer para ir a tu casa

Y mientras tanto llegamos a una parada, por lo que tiene que interrumpir su búsqueda y bajar a decirle al conductor que ya puede tirarle. Después de lo cual vuelve a seguir con el miniordenadorcito. Y me salta:

- Anda, pues te tenías que haber bajado en esa estación.
- [nudo mental 2] Bueno y entonces que hago.
- Te bajas en la próxima y vuelve para atrás y allí etcétera etcéterea etcétera.

En resumen que no llevo ni 48 horas en Alemania y ya me he vuelto a perder en la red ferroviaria. Si es que con todo lo que la uso, no nos llevamos bien.

PD: He mandado un correo con el número de móvil, si no os ha llegado es que a) se me ha olvidado incluiros en el correo o b) no tengo vuestro correo, si lo querési mandadme un email o un privado a facebook/tuenti.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Invierno en septiembre

¿Os acordáis cuando me quejaba de esto? Pues después del día de hoy me da que este año va a ser más bien así. Y más después de que ayer Mar me dijera que el año pasado llegaron a los -15 ºC.

Bueno, el día de hoy:

Me levanté tempranito, a eso de las once de la mañana. En serio si miráis a qué hora escribí la entrada de ayer veréis que SÍ es temprano. Y depués de desayunar un bocata de jamón que me quedaba de ayer y de intantar hablar con mis padres (en realidad hablé A mis padres porque a ellos no les oía) me fuí al centro a ver el centro y comprar.

Schwäbisch Hall es una ciudad preciosa, es una lástima que hoy haya sido un día tan gris y haya estado chispeando todo el tiempo; de verdad que ya echaba de menos una ciudad así en Alemania, es el equivalente en ciudad al valle del Lorelei. Ya pondré fotos. Al rato y cansado como un mulo y con unos ardores de la muerte me fuí al Kaufland (supermercado) a comprar comida, que no tenía. Allí ví una cosa increíble, estuve a punto de echarle una foto y todo, pero es que me daba vergüencita allí con toda la gente mirando echarle fotos ponerme a echarle fotos al ¡¡¡LÍQUIDO DE LOS PEPNILLOS!!! en serio botellas de casi un litro de líquido sabor a pepinillos en vinagre. Total que al rato de estar allí en el supermercado me entró un dolor de cabeza impresionante, tanto que me tuve que volver a mi casa sin comprarme un móvil ni nada (que eso era a lo que había bajado en realidad al centro) y me eché un ratito, para ver si se me pasaba. Vamos que he estado tres horas durmiendo, que no sé cómo me voy a dormir ahora para levantarme mañana temprano.

Y bueno, pues poco más, que esta entrada era sobre todo para contaros lo del líquido de los pepinillos (es que me he quedao muerto) y para inaugurar el álbum de Schwäbisch Hall, donde podéis ver las fotos que vaya haciendo.

Y mañana ya contaré cómo me ha ido en Stuttgart.

PD: Otra cosa que tenía que contar y por poco se me olvida... ¡¡¡no se me había olvidado el alemán!!! Cuando llegué a Duisburg no entendía ni papa, esperaba que esta vez pasara lo mismo, pero ¡que va! me he enterado de todo a la perfección.

Número 100 desde Hesenthal

Pues hoy toca doble entrada.

Por un lado el centenario. Igual que la gente cumple años, los blogs cumplen entradas y ésta es la número 100. Celebradlo echando una firmita ¿no? que tampoco pido tanto.

Y por otro la llegada. ¿Os acordáis del tipo cuya vida dependía de un autobús ALSA? Pues su vida también dependió otro día de un vuelo de Germanwings... y volvió a morir. Mejor lo cuento todo desde el princpio. (Agarraos que toca entrada larguita, que la primera parte ha sido un poco sosa).

Allí estaba yo a las doce y media en la estación de Córdoba despidiendome de mis padres y pensando (¡¡oh inocente e inconsciente de mí!!) que en unas doce horas estaría en mi nuevo hogar. Un par de horas más tarde llegaba a la capital del reino y con mis 45 kilos de equipaje me cruzaba Madrid directo al aeropuerto. Y nada más llegar me busqué una buena columna en la que sentarme a comer, a hacer tiempo y a ver cómo los pasajeros de easyjet se quejaban por todo (inciso: ¡¡señora si le compra a su hijo de OCHO años un billete de bebé ¿de verdad piensa que no se van a dar cuenta en el aeropuerto de que ya es algo mayorcito y le van a dejar entrar por la cara?!! fin del inciso) y sobre todo aquellos a los que les habían anulado el vuelo por la huelga de controladores aéreos en Francia (es que una huelga de controladores en cubierto no sirve para nada; oye chico, si haces huelga, échale un par de huevos, asume las consecuencias y que te quiten un día de sueldo, pero verás como haces ruido de verdad).

En fín, que a esto que llegaron las seis y yo pensando que ya iba siendo hora de que los de Germanwings se lo curraran un poquito y abrieran la facturación una hora antes para no tener que seguir cargando con todo el equipaje cada vez que quería ir al baño... bueno, en eso y en los Rock Fest ¿les habrán eliminado? (ni de coña) ¿se habrán llevado el bote? (ni de coña) ¿se habrán plantado y se habrán llevado aunque sea 300 míseros euros en vez de cero patatero (quizá... espera ¿dos días seguidos? ¡¡¡¡¡¡NI DE COÑA!!!!!!). A todo esto que por fín abrieron la facturación y pude soltar el maletón, la cosa fue más o menos así.

Señorita de facturación al pesar mi maleta: Esta vez te la paso, pero la próxima vez cargala menos que te has pasado nueve kilos.
Su mente: ¡¡¡Hay que ver que chico más guapo, y que porte y que percha!!! Le voy a dejar que facture sin cobrarle, que salá que soy... porque yo lo valgo.
Yo: Sí..., bueno..., lo siento..., es que me voy a ir a vivir allí un año.
Mi mente: Pues menos mal que no has visto el equipaje de mano, bonita, que no es que me haya pasado unos kilitos, es que pesa más del doble de lo que me dejáis, so rácanos.
Ella: Ah, por cierto el avión lleva media hora de retraso por la huelga de controladores en Francia.
Mi mente: ¡¡¡gabachos cabrones!!!
(NOTA: Puede que ella no pensara exactamente eso).

En fín, que el vuelo no ha salido con media hora de retraso (como por lo visto es su costumbre), sino con casi una hora, y claro, así no hay quien coja un tren de última hora en condiciones. Así que después de que saliera el último tren a la estación central de Stuttgart y de no poder cogerlo porque todavía estábamos en el avión; allí nos teníais en la entrada del aeropuerto a un sevillano que vive en Kulodelmunden y que baila, a un Erasmus que iba a Neu Ulm (que está tan cerca de Stuttgart, que a lo mejor y con suerte puede que el lunes haya llegado), al que iba sentado a mi lado en el avión que iba a Karlsruhe, y a mí. Allí, los cuatro contándonos nuestra vida (en realidad el sevillano hablaba y los demás nos descojonábamos) y haciendo tiempo, yo para que llegara Mar a recogerme y ellos para que llegaran las cinco y poder coger sus respectivos trenes.

Cuando por fín han llegado Mar y su madre (incluso antes de lo que yo esperaba) hemos atravesado bosques y montañas (sin exagerar, hemos subido un puerto de montaña) y una fábrica de niebla y por fín hemos llegado a mi casita. Y desde aquí os escribo.

Sed felices.

martes, 7 de septiembre de 2010

Wieder zurück

Hay quienes dicen que las historia es cíclica, es decir, que todo se repite a rasgos generales (algo así como el eterno retorno); que todos los imperios nacen nadie sabe muy bien cómo, se desarrollan absorbiendo a los imperios anteriores (y a las pequeños pueblos que tienen a su alredeor) y que llegan a un punto en el que sólo les queda el declive y ver como un imperio más jóven y mejor preparado les absorbe como ellos hicieron con sus predecesores.
También dicen que cuando la historia deje de ser cíclica y sea lineal (es decir cuando los esquemas dejen de repetirse), entonces será el final de la historia.
Pues bien, en más o menos doce horas vuelvo otra vez al punto de partida, a repetir el ciclo. Hace cinco años y un día (1828 días para ser exactos) llegaba asustado acojonado a una ciudad enorme con metro y con gente que hablaba muy raro (raro de cojones, de hecho). Mañana vuelvo, no a esa ciudad maravillosa que me descubrió que había un mundo enorme, genial y terrible más allá de la cuesta del Espino (y tambén más acá, pero eso lo descubrí luego); no vuelvo a la misma ciudad, pero sí al mismo país (y seguramente esta vez la gente hablará aún más raro). Vuelvo a Alemania, vuelvo a mi segundo hogar. Con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.
La primera vez me fuí porque quise (y estaba acojonado); la segunda vez fue casi una huida hacia adelante (e iba contento); esta vez me obligan las circunstancias, aunque no me obliga nadie (y voy tranquilo, sin espectativas, quizá así consiga encontrar algo que nunca he encontrado y que todavía no sé muy bien qué es).

Allí os espero con los brazos abiertos

domingo, 5 de septiembre de 2010

2000

Pues eso que acabo de volver de Tordesillas Alcolea ya definitivamente... hasta el martes que me vuelvo a Alemania y cuando he entrado en el blog me he encontrado con esto
Ya han pasado 2000 visitas por el blog... y las que quedan por llegar, que es lo que más me gusta, que leáis y que comentéis.

Y sí, ya sé que la mayoría son de gente que busca imágenes de una medusa, pero oye, los caminos del Señor son inescrutables.