jueves, 14 de octubre de 2010

Esslingen (2) Cal y arena

En realidad la entrada de Esslingen 2 era la que escribiré el sábado o el domingo, pero una Fortbildung del mündliche Abitur (el examen oral de la selectividad alemana) se ha cruzado en mi vida.
La fortbildung ha estado bastante interesante y he conocido a bastantes profes de español de la región (y casi la mitad o así son de España, increíble). Pero aparte del cursillo, la gente y las cervecillas de después, lo que destaca de hoy ha sido el tren (yo, a vueltas siempre con la Deutsche Bahn).

En Baden Württemberg existe una cosa que es el Baden Württemberg Ticket, con el que puedes viajar por todo el Land en cualquier medio de transporte (excepto en ICE e IC - Alta Velocidad y Larga Distancia) durante todo el día (o eso pensábamos).

Así que tanto Mar como yo nos compramos uno de esos tickets para ahorrarle dinero al Regierungspresidium (porque el viaje nos lo reembolsan) y nos montamos en el tren. (Nota: Lo compramos en la máquinas porque a esa hora las taquillas estaban más que cerradas). Bueno, pues allí que estábamos en el tren cuando pasa la revisora y cuando le enseñamos el ticket nos descubrió que el BW Ticket sólo es válido a partir de las nueve de la mañana y nos calzó una multa (que pensamos recurrir y que si no nos contestan en quince días prescribe porque el silencio administrativo también existe en Alemania). A pesar de que le explicamos que no lo sabíamos y que nosotros no nos colamos en el ten, sino que simplemente habíamos comprado un ticket equivocado que ¿por qué no podíamos simplemente pagar la diferencia?. Total que la tipa cuadriculada cual alemana ni nos quitó la multa ni nos ayudó en ningún momento y nos trató como si hubierámos querido colarnos en el tren a cara perro.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Antes he dicho "cuadriculada cual alemana". Mi culpa. Los alemanes no son cuadriculados en general (aunque algunos son MUUUY cuadriculados como nos demostró la tipa). Porque en el mismo vagón también había más gente, y se pusieron bastantes personas (entre ellas un señor muy inteligente, inteligente no sólo por defendernos, sino por todo lo que decía) a defendernos y en contra de la revisora; diciéndole que estaba haciendo realmente mal su trabajo y que si la Deutsche Bahn tiene el enorme déficit que tiene es porque no saben tratar al cliente (lo que es totalmente cierto).

Pues eso, que aparte del incidente del tren (del que me quedo no con la estúpida de la revisora y la del Reisezentrum de después que ha sido casi peor, sino con el señor y las dos chicas que nos han defendido a capa y espada en el vagón cuando han visto que no queríamos colarnos, sino que ha sido un error por no conocer las máquinas infernales, que no hay quien las entienda desde que las han cambiado). Aparte de lo del tren, la Fortbildung bastante bien y muy interesante... sobre todo si me quedo otro año, porque éste no preparo a nadie para Abitur.

Pero estoy agotado (se nota en la ínfima calidad de la entrada) y mañana otra vez Fortbildung ¡¡¡esto es un no parar!!!

1 comentario:

José Alberto dijo...

Algo parecido tuvimos a la vuelta de San Francisco, un grupo de veintitantos que viajábamos con bonos sacados de cinco en cinco, desperdigados por dos vagones. A la revisora le iba a dar un patatús, fue hasta poniendo pegatinas por los asientos para orientarse.