lunes, 30 de mayo de 2011

Volviendo a las andadas

Por increíble que parezca, desde que me mudé (hace ya más de dos meses) apenas he hecho excursiones (aparte de una cerveza en Crailsheim con Paula y otra en Heilbronn con Aitor). Los diez días en Córdoba y la semana en el País Vasco no cuentan porque no eran excursiones, eran directamente vacaciones o viaje de negocios (vale, el equivalente de los profesores, es decir viaje de fin de curso). En principio tampoco las echaba mucho de menos porque casi todos los findes los he tenido ocupados, entre mudanza, preparar o corregir exámenes, recibir visitas, organizar deformaciones etc. se me pasaban los findes volados... hasta la semana pasada.

El fin de semana pasado no me moví de Öhringen (también conocido como "pequeña ciudad con encanto" o "mierdapueblo"), así que ya estaba un poco que me subía por las paredes (a lo mejor por eso tenía tal ansiedad el martes que me hice un bizcocho) y este fin de semana no estaba dispuesto a que fuera otro finde encerrado, así que empecé a echar las redes en los alrededores (con alrededores me refiero a sitios a los que tarde menos de hora y media en llegar), pero entre visitas de padres, excursiones propias y oposiciones varias me veía limpiando la casa, regando el jardín o comparando los precios del Netto, el Handelshof y el PennyMarkt para matar el tiempo (con deciros que el sábado por la mañana fui al instituto a meter algunas notas finales en el fichero para distraerme, creo que os hacéis una idea).

Pero hete aquí [/inciso/ me encanta la expresión "hete aquí"/fin del inciso/] que me llamó Gema y me salvó el fin de semana. Su hermana está de visita e iban a ir a Rothenburg ob der Tauber el domingo, que si me quería ir con ellas. Antes de que acabara de hablar ya le había dicho que sí. Sin acordarme de que entre Öhringen y Rothenburg hay la nada despreciable distancia de tres horas y media (lo que se tarda, por ejemplo de Córdoba a Mérida), más otras tres horas y media de vuelta. Si me hubiera acordado, habría aceptado igualmente, después de pensármelo durante una fracción de nanosegundo.

En Rothenburg genial. También vino Aitor, y vimos las mismas cosas que la primera vez (porque Rothemburg es muy bonito, pero bastante limitado): la muralla, la plaza del Ayuntamiento, los jardines extramuros, las estatuas de las estaciones y los elementos, las hordas de turistas japoneses, la tienda en la que siempre es navidad (aunque estos dos últimos no estaban en noviembre, o no los vimos).
Pero esta vez era diferente, pocos sitios cambian tanto dependiendo de las estaciones como Alemania, y dentro de Alemania, Rotehnburg cambia más todavía: la luz, las plantas, la gente, el ambiente... son dos sitios totalmente diferentes. Ya sólo me falta verlo con Weihnachtsmarkt (aunque me da, que esa vez va a ser sin Aitor). Además, esta vez comimos, cual alemanes, en un Biergarten (otro día hablaré el concepto de Biergarten, recordádmelo); bueno no, no comimos, nos pusimos hasta el culo de comida (vamos, que todavía me dura el empacho). A la vuelta, como ya teníamos demasiado visto Rothenburg fuimos a Ansbach, lo visitamos un poquitillo, nos tomamos un refresco (vale, no equivocamos de tren y nos quedamos más de una hora tirados en Ansbach, pero oye, aprovechamos la situación) y nos fuimos a Crailsheim.

En Crailsheim nos juntamos con Paula y Amadora, nos fuimos a otro Biergarten a tomarnos otra birrilla y de ahí para la casa, que tenía que terminar el examen que les he puesto hoy a mis alumnos.

Que esa es otra. Ahora están haciendo los exámenes finales la gente de los "ciclos formativos" de mi instituto, y además están haciendo los exámens orales de selectividad los de Bachillerato, así que no hay salas suficientes en el insituto, y han anulado todas las clases de Bachillerato hoy y mañana (el examen lo he puesto en el otro instituto, que ahí ni han anulado clases ni nada de nada), así que estos días antes de Hamburgo estoy de relax total. (El jueves es fiesta y el viernes puente, así que me voy a Hamburgo desde el miércoles por la noche hasta el domingo).

Y una cosa que me he quedado pensando. El año que viene nos quedamos bastantes, sólo se vuelven a España Aitor, Gema y Paula. Que es con quienes he estado este finde. Así que para el año que viene tendré que aprenderme mejor los horarios de trenes hacia Calw, Tauberkreis y el Brenz. ¿O alguien se apunta a venir por aquí el año que viene? ;-)

Como siempre, sed felices.

PD: No os hacéis una idea de lo que me alegra volver a hacer excursiones.

jueves, 26 de mayo de 2011

Kreidlerina y bizcochito, o las cosas anormales de una semana demasiado normal

¡¡¡Ay que semana llevo!!! ¡¡¡Qué malito que estoy y que poco me gusta quejarme!!! Entre visitas, cambio de horarios y pensar que al año que viene iba a dar 27 horas, esta semana ha sido rara rara. Y para más inri hoy cuando he vuelto del instituto me he puesto a regar el jardín (que ya iba siendo hora) y a la media hora, va y se pone a llover (por lo menos esta vez no había tendido dos lavadoras... no una ni dos... ¡¡¡DOS!!!). Pero no todo ha sido malo, esta semana también ha tenido sus cosas buenas.

El lunes, Clemmens (un profe del insituto) me dejó una bici que tenían en su casa y les sobraba; y me dijo que me la quede todo el tiempo que me vaya a quedar en Öhringen, que ellos en principio no la van a usar (si es que desde luego..., pa que luego digan que los alemanes no son buenagente). Así que os presento a Kreidlerina.
Y atención la detalle que le compré al día siguiente, para que se me oiga bien cuando vaya por la calle.
La pena es que he estado toda la semana sin usarla (la bocina, que la bici la uso cad día para ir al cole), hasta que ya hoy por fín volvía yo a mi casa después de una dura jornada laboral y de dejar las cosas bien claritas (vamos que el año que viene sigo con 23 horas de clases, en vez de las 27 que me iban a colar) y había un grupo de adolescentes (entre los que se encontraba una alumna mía) que iban ocupando toda la acera, así que me dije "esta es la mía" y MOCK MOCK, empezaron a descojonarse y me dejaron pasar. En mi fuero interno, el viejo que todos llevamos dentro iba pensando "¡¡¡esta juventud!!! en mi época no íbamos ocupando todo la acera". Pero en realidad, menos mal que me encontré con un grupo de mozalbetes y no con una de esas "Señoras que van por medio de la acera y no se dejan adelantar facilmente".

Bueno, ¿y el bizcochito del título? Pues resulta que el martes (que mis martes son MUUUUY largos, porque me levanto a las 6:45 y a las 9:35 ya he acabado la jornada laboral) estaba yo que me subía por las paredes, una ansiedad, un complejo de león encerrado en su jaula, un no saber qué hacer con mi vida que me dije "esto le tengo que poner yo remedio de alguna forma" y me hice un bizcocho (luego me he enterado que de casta le viene al galgo).

- Ah, ¿pero tú sabes hacer bizcochos?
- Claro, pero si hacer bizcochos es lo más fácil del mundo.

Y después de este surrealista minidiálogo conmigo mismo os explico la historia del bizcocho que en realidad es un pseudobizcocho. Es el archiconocidísmo "bizcocho del yogur". El problema es que primero hice la mezcla, luego lo metí en el horno y en ese momento me puse a esquipear con mi padre y cuando acabé de hablar con mi padre, es decir, a los cuarenta minutos (lo que es raro, porque ninguno somos de esas personas que hablen mucho por teléfono... y NO estoy de coña) fui a mirar el horno, ví que el bizcocho había subido y lo saqué. En ese momento me puse a chatear por skype con Miss Badmer y cuando acabamos hice lo que tenía que haber hecho mucho antes; metí el cuchillo para comprobar que estaba hecho por dentro... o mejor dicho, metí el cuchillo para comprobar que NO estaba hecho por dentro.

Sí amigos, cuando en una receta pone: "tiempo de cocción: 60 minutos", significa "tiempo de cocción: 60 minutos", y no "tiempo de cocción: cuando afra, que nunca ha hecho un bizcocho, decida (a ojo de buen cubero) que está listo, aunque no lleve ni dos tercios del tiempo que tiene que estar".
Así que aquí tenéis la obra de arte... o lo que queda de ella, porque en estos dos días ya me he comido la mitad, y la otra mitad caerá pronto, que si no se pone duro.

martes, 24 de mayo de 2011

Menuda semanita

Hace una semana que escribí y mientras tanto han sido las acampadas, el twitter por poco sale ardiendo con actualizaciones cada cero coma, mis alumnos de inglés han hecho todos el último examen (que tengo que corregir) y me han hecho la última visita de las clases de español (la evaluación me la darán supongo que con la de inglés la semana que viene. Ah, y desde ayer ya tengo bici por fin... y desde esta mañana ya tengo agujetas. Además he empezado un pequeño proyecto para que participeis, pero estamos perfilándolo y cuando esté listo y lo anuncio por aquí.

Y un par de reflexiones sobre las elecciones.

En clave cordobesa, la mayoría absoluta del PP se veía venir (igual que en el resto de España, pero de esa parte hablo luego). Lo que yo no me esperaba de ninguna de las maneras eran esos cinco concejales de Rafael "caso-malaya-y-capo-dei-capi-en-cordoba" Sánchez alias Sandokán; me esperaba uno o dos, como mucho tres, pero ¡¡cinco!! ¡¡¡SEGUNDA FUERZA MÁS VOTADA!!! Que no quieras votar al PP ni al PSOE (o a IU, que lleva tanto tiempo gobernando en Córdoba que parece que ha perdido el norte) me parece estupendo, pero no votes al mafioso más mafioso de to Córdoba, piensa en las naves de la Colecor, piensa en esos barcos suyos que venían de China cargaditos, piensa en... toda esa mierda que ha contribuido a crear y que ha salpicado a todos los alcaldes (tanto de IU como del PP) desde que emepezó a enriquecerse.
El descalabro de IU era de esperar, sobre todo por la marcha de Rosa Aguilar y por poner a ese alcalde tan sin-gracia-ninguna que teníamos (en serio, ¿cuándo se van a dar cuenta los partidos que si quieren ganar tienen que presentar a un candidato como un publicista que vende un producto? Es triste, pero es así). Y ¿qué decir del PSOE? La variación de voto en las tres últimas elecciones ha sido de 2500 votos, es decir que tiene sus habituales pero ni más ni menos.

A nivel nacional los resultados del PP también se veían venir, con esos 5 millones de parados que han hecho que los (muchos) indecisos entre la derecha y la izquierda le den la espalda a Zapatero y las últimas medidias tomadas que han hecho que los (algunos menos) indecisos entre la izquierda y la más-a-la-izquierda también se la den.

Y ¿las protestas? Pues se ve que no han influido mucho en las elecciones (de lo de no votar a los dos grandes partidos la gente sólo ha hecho caso a la mitad... y aunque no hubiera habido protestas creo que los resultados del PSOE eran de esperar). Pero, ojalá que hayan servido para que los políticos se acojonen un poquito (o un muchito) y dejen de tomarnos por el pito de un sereno. Durante la campaña Rajoy dijo que lo fácil es criticar a los políticos. No es que sea fácil, es que nos lo ponen a huevo, así que ojalá que las protestan sirvan para que dejen de hacerlo

miércoles, 18 de mayo de 2011

Los medios manipulan

Y el sol sale por el este.

Ni el título de esta entrada ni la primera frase son un descubrimiento, ya lo sé.

Pero son un ejemplo que viene a cuento (más o menos) de lo que vengo a decir. En esta campaña electoral me he portado bien y no os he dado mucho el coñazo (con alguna excepción como la entrada de ayer, que no sé que hacéis que no la estáis comentando a la de YA), pero ya que las cosas andan calentitas por España pues hoy se me cuela por aquí una entrada con cierto contenido político (pero tampoco mucho, no os vayáis a asustar).

El caso es que por eso que decía antes de que los medios mienten procuro ver poco las cadenas de televisión españolas (bueno, por eso, y porque no vivo en España, claro), pero me mantengo más o menos informado con la edición digital de periódicos españoles... que también acaban barriendo siempre para casa (que no me he caído de un guindo). Así que procuro leer varios periódicos (al menos las portadas, ya luego profundizo) y algunas otras fuentes alternativas (como Twitter, del que ya os hablado otras veces). Una cosa que uno descubre, es que a veces leyendo la misma noticia en diferentes periódicos, parece que son cosas diferentes, o como dice a sabiduría popular: cada uno cuenta la feria como le ha ido.

Pues bien, hoy elmundo.es, elpais.com, abc.es y lainformacion.com (también lo he intentado con El Día de Córdoba, pero no informan) estaban de acuerdo, así que me he ido a buscar otras fuentes, a ver si disentían. Pero no, intereconomia.com y publico.es (1) también estaban de acuerdo, así que a lo mejor TODOS decían la verdad (y a lo mejor se han alineado los planetas, porque, oye, para que Intereconomía y el diario Público estén de acuerdo algo raro ha tenido que pasar).

La Junta electoral provincial de Madrid ha acordado no autorizar la concentración-manifestación en la Puerta del Sol porque 1) no les han avisado con antelación y 2) porque (y cito literalmente) se considera que la petición de voto responsable a que se hace referencia pueda afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto.

Contra el primer punto no tengo absolutamente nada. Si hay plazos hay que cumplirlos. Punto.

Ahora, el segundo punto, ¿que afecta a la libertad del del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto? Primero, por favor que alguien le enseñe a redactar a Jesús Ángel Guijarro López (Presidente de la junta electoral provincial de Madrid). Segundo, que el voto responsable afecte a la campaña electoral es, en mi opinión algo bueno, porque la campaña electoral llevaba afectando demasiado tiempo al voto responsable; y los diferentes partidos políticos no llevan haciendo otra cosa durante toda a campaña que intentar afectar al sentido del voto de los ciudadanos (¿también deberían prohibirles a ellos que se manifiesten?). Tercero, afectar a "la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto" es que un grupo/persona coharte coarte tu voto por medio de amenazas o del miedo; en España, lamentablemente, ya sabemos lo que es eso (aunque esos chicos llevan mucho tiempo sin dar demasiado ruido, lo que me alegra enormemente), así que no me vengan ahora con que los manifestantes van a afectar al libre ejercicio del voto. Si con eso quieren decir que no van a permitir que la gente vote, me puedo reír perfectamente en la cara de quien lo haya dicho; si con ello quieren decir que van a afectar al sentido del voto (es decir, a quién van a votar), que prohiban los mítines electorales, porque eso es precisamente lo que se persigue con los mítines.

Ojo, esta entrada no es sobre las manifestaciones, sino sobre la prohibición de las mismas.

La importancia (o ausencia de importancia) de las manifestaciones la veremos cuando pasen. Y no me refiero al resultado de las elecciones de este domingo (que más o menos me dan un poco igual, más menos que más, pero bueno), sino a algo más a largo plazo. En este blog me he quejado en otras ocasiones de la inmovilidad de nuestra sociedad y de la apatía (en el mejor de los casos) que me producen nuestros políticos. Si eso no cambia, de nada habrán servido. (Y no, una manifestación puntual una semana antes de unas elecciones no invierte una tendencia de años de pasividad).

Hasta ahora era bastante pesimista sobre las consecuencias de estas manifestaciones, pero estoy ahora mismo chateando en skype con un amigo de Córdoba y me está dando esperanzas.

(1) Si no leo tantas cosa tan dispares y tan absurdas, ¿cómo queréis que alimente mi esquizofrenia?

martes, 17 de mayo de 2011

Mi programa electoral

Sí, ya sé que no he hablado nada de la estupenda semana en Vitoria y aledaños. Y no, no he estado de vacaciones (pero casi), sino de viaje de fin de curso, no como alumno, sino como profe. Y ¿por qué lo de que casi he estado de vacaciones? Porque en realidad ha sido un intercambio así que los alumnos se han quedado en casa de familias en Salvatierra y los profes hemos estado en Vitoria (por las mañanas nos juntábamos y las tardes y noches cada mochuelo a su olivo). Lo dicho, el viaje genial, muchas tapas, mucho vino, algo de cervecita y más vino... y para acabar cada noche uno o dos carajillos antes de irnos a la cama. Traduciendo mucho, pensando en tres idiomas (español, inglés y alemán), que es lo que me gusta a mí y haciendo mucho turismo.
Hay una crónica más exhaustiva escrita a mano en un cuaderno, pero ya os la enseñaré otro día, que hoy he venido a hablar de mi libro de otro tema. (Además de a resucitar el blog con un tema de actualidad, que últimamente esto está más muerto que el Partido Andalucista)

Como bien sabéis (sobre todo si vivís en España, que la mayoría de mis lectores sois expatriados) este domingo hay elecciones. Al respecto de votos y tal os traigo un link del blog de Mariano Lozano, que he descubierto gracias a mortiziia (el blog de Mortiziia, La segunda parte, lo tenéis a la derecha, el enlace del que os hablo lo tenéis aquí: http://www.marianolozano.com/2011/03/16/16-ideas-para-elegir-tu-voto-en-unas-elecciones/)

Pero en realidad no venía a hablar de eso, sino de otra cosa. Vamos a hacer un ejercicio de imaginación. Todos somos candidatos, no ya a la alcaldía (que se nos queda pequeña y hemos nacido para ser estrellas), sino a la presidencia del gobierno. Tenemos que presentar nuestro programa. Pero esto es un blog y no un tostón infumable (aunque a veces desaparezca esa fina línea que los separa) vamos a ser concretos, es decir, no un programa electoral de esos que nos quieren meter los partidos que no hay quien los lea, sino actuaciones concretas y (si puede ser) cómo vamos a conseguirlo. O como diría mi amiga la Jangus: ¡¡¡HECHOS CONCRETOS!!!

Ya que estoy puesto en faena, pues empiezo yo. Voy a empezar por algo sencillito...

La reforma del sistema político
Edito
: lo primero y principal devolvernos a los expatriados el derecho a votar en las municipales y cambiar el sistema de representación para que todos los votos valgan realmente lo mismo.

Lo sencillo sería meterles fuego a todos, pero vamos a ser pragmáticos (si los quemamos surgirán otros y vuelta a empezar, y oye, tenemos cosas más importantes que hacer que estar todo el día quemando a gente).

A lo mejor os suena eso de la separación de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Para los que estéis demasiado perros para leer los enlaces de la wikipedia (que ya sé que no siempre es una fuente fiable, pero para este caso me da el apaño) os lo explico en versión niños de parvulitos: Ejecutivo = presidente + ministros (hacen leyes), Legislativo = Congreso + Senado (aprueban o rechazan las leyes que hace el ejecutivo), Judicial = jueces + fiscales (velan por que las leyes se cumplan e incluso deciden si las leyes son realmente legales).

El problema en España es que la separación no existe en absoluto. Los ciudadanos votamos al legislativo, que a su vez elige un presidente, que elige a los ministros. El ejecutivo es elegido por la mayoría del legislativo, por lo que este último estará en un 95%-100% de las veces de acuerdo con el presidente (entonces no hay control real, si no que simplemente le dicen si Bwana).
Además a la cúspide del poder judicial (Consejo General del Poder Judicial) la eligen entre el Congreso y el Senado (es decir políticos, no profesionales de la jurisprudencia) y ¿por qué es importante este órgano? Porque eligen a dos miembros del Tribunal Constitucional (a los otros diez los eligen directamente el Gobierno, el Congreso y el Senado) y a los del Tribunal Supremo, así como a los magistrados de la Audiencia Nacional. En resumen: el Legislativo elige al Ejecutivo y entre los dos eligen, directa o indirectamente (a través del CGPJ), a la cúspide del Poder Judicial.

¿Qué haría yo? Primero, darle independencia del Poder Judicial haciendo que a los miembros de la cúspide no los elijan los políticos sino los jueces de base (es decir los que trabajan en tribunales ordinarios en las provincias). Me parece lógico que a los supuestamente mayores expertos en jurisprudencia los elijan otros expertos en leyes, y no políticos que obedecen a unos intereses de partidos.

Segundo, devolverle al legislativo su papel original de control del gobierno (entiéndase "gobierno" como sinónimo de "poder ejecutivo"). Por un lado los ciudadanos votamos al presidente, y por otro, votamos a las cámaras de control. Es importante que las votaciones no sean a la vez, porque tendemos a llevarnos por las pasiones y a votar lo mismo (es decir votar al candidato a la presidencia del mismo partido que votaríamos a las cámaras). De esa manera se pueden dar diferentes mayorías entre el legislativo y el ejecutivo.

Tercero, y más importante, que los candidatos a presidentes no necesiten estar respaldados por un partido político y que incluso los partidos puedan presentar a varios candidatos. De esta forma no estaríamos votando sólo las opciones que los partidos nos ofrecen, sino que realmente estaríamos votando a candidatos. Repito, por si no os habéis fijado: que haya candidatos independietes, no respaldados/secuestrados por ningún partido.

Se me quedan cosas en el tintero, pero esto es un blog, no un ensayo sobre teoría política, así que si hay preguntas (¿cómo harías tal cosa?), comentarios (no estoy de acuerdo, yo haría tal cosa o tal otra) o sugerencias (tío, que peñazo acabas de escribir, si lo sé ni entro ;-P ) os pido que uséis los comentarios.

La reforma del sistema educativo
En este tema soy algo más experto, ya que es de lo que trabajo, y es el tema que he estado mamando en mi casa desde chiquitito.

La situación educativa en España esta jodía, y mucho (blog Deseducativos: ahí a la derecha, ejemplos prácticos: cada día a la salida de clase en colegios e institutos). Pero tenemos unos profesionales (y con ello me refiero sólo a maestros y profesores, no a psicopedagogos, inspectores, equipos externos, etc.) que salvan lo salvable y más cada día a pesar de las administraciones educativas.

¿Qué reformaría? Creo que la promoción automática todavía está vigente (no estoy seguro), si es así, acabar fulminantemente con ella y tirar a las vías del tren alemán a quien se inventara semejante tontería. Si ya han acabado con ella, un millón de aplausos y un agradecimiento eterno para quien lo haya hecho.

Además, eso de meter en un mismo saco (una misma clase, un mismo título) a quienes quieren y tienen la capacidad de estudiar con quienes no tienen ganas o capacidad me parece que le hace un flaco favor a todos. Por un lado se ralentiza a quienes pueden ir más rápido desmotivándoles (lo que es grave, pero poco) y desperdiciando todo su potencial (lo que sí es más grave). Se fuerza demasiado a quienes no tienen la capacidad necesaria; hay quienes tienen un ritmo de aprendizaje más lento, y necesitan cinco años para conseguir lo que otros en tres, lo importante no es cuanto tiempo tardamos en hacer el camino, sino llegar a la meta (en lenguaje pedagógico: adecuar el ritmo de aprendizaje a la consecución de los objetivos, y no al revés). Se encierra en la clase a quienes no tienen ningún interés y torpedean las clases por aburrimiento, consiguiendo que ni el profesor dé la clase, ni quienes tienen interés aprendan.

Haría diferentes itinerarios, cambiando ciertas cosas del modelo alemán, pero manteniendo el espíritu (varias etapas secundarias diferentes, dependiendo de la capacidad de los alumnos) y potenciando las pasarelas. Es decir, que se pueda pasar de un itinerario a otro, pero no alegremente (sino ¿para qué diferentes itinerarios?), sino tras conseguir una serie de objetivos. Y sí, se puede dar el caso de gente que con 20 años todavía estén en Bachillerato, pero son gente que con 20 años están maduros para Bachillerato, pero con 17 no lo estaban.

Igual que con la reforma del sistema político, se me quedan cosas en el tintero, pero esta entrada ya se está alargando demasiado y lo importante no es lo que yo tenga que decir, sino que vosotros penséis sobre asuntos que a lo mejor antes no habíais reparado y que me hagáis pensar a mí sobre asuntos a los que yo no le había dado importancia o sobre los que no sé por donde empezar. Así que por favor usad los comentarios.

PD: Este tema tiene que ser colaborativo, así que a lo mejor los comentarios le restan un poco de movilidad, ¿alguien sabe cómo hacer que vuestras opiniones/comentarios/ideas tengan tanta relevancia como la entrada en sí?

miércoles, 4 de mayo de 2011

Que digo yo...

... que ya me vale. Desde el martes no escribo ni unas tristes líneas, y encima sólo fue para hacer un par de tutoriales (hay que ver lo que me gusta un palabra friki, que digo "tutorial" en vez de "manual de instrucciones" o "receta").

Los diez días en Córdoba han sido geniales. Llovió ¿y qué? Lo importante es que ya conozco a Pablo, que lo he tenido en mis brazos y hay fotos que lo demuestran. Que me he pasado todas las mañanas jugando con Geja chica (y hay dos pegatinas de Dora la Exploradora en mi portatil que lo atestiguan y que cada vez que las veo me recuerdan a ella). Que habré ganado unos quince kilos -gramo arriba, gramo abajo- en menos de diez días (no me gusta exagerar... ¡¡¡que va!!!). Y que la morriña que tenía ya no es tanta.

Además tengo las cosas un poco más claras sobre qué quiero (y qué NO quiero) hacer con mi vida a partir de julio de 2012 (lo que me puede durar algo más de quince minutos, como siempre) y, casualidades de la vida, tengo un proyecto faraónico al que seguramente no le daré forma (pero soñar es gratis, así que algún día cogeré el peteate e iré en busca de mis lestrigones particulares).

Ah, y otra cosa. Las cruces de mayo son mejores cuando uno no se las espera.

Sed felices.

PD: ¿A cuántos de vosotros os ha pasado que alguien ha preferido volar contigo en turista en lugar de ir en business? Me siento un poquitito mal y un mucho honrado a la vez.