viernes, 16 de septiembre de 2011

Primera semana

La primera semana del curso se ha acabado y he sobrevivido. No ha sido difícil teniendo en cuenta que de las 27 horas que me corresponden (porque por ahora sigo teniendo 27 horas) sólo he dado 21, que hasta el miércoles tenía compañera de piso (y no era tan monótono volver al castillo), que el finde me fui al Weindorf (y esta tarde vuelvo), y que ayer me fui de cañas con los nuevos del programa.

Bueno, en realidad no iba de cañas. En realidad iba a contarles el programa desde la perspectiva de los profesores, a contarles un poco los problemas que tuvimos al principio, y cómo los solucionamos. A darles todo nuestro apoyo, y (sí, ¿para qué engañarnos?) a llevármelos de cañas. Como tengo la cabeza en algún sitio que no sé donde es, las direcciones web que tenía listas para darles y el resumen de lo que quería contarles me los dejé en mi casa. Así que al final acabé hablándoles poco de las clases (aunque sí que les hablé algo) y mucho del aspecto humano del programa. Básicamente les dije que si no querían venirse abajo más les valía hacer piña (lo admito, esto de "hacer piña" lo he metido con calzador, pero va con dedicatoria especial) en los billares del sótano de la Akademie. Sí, ahí se me fue la pinza, así que cuando me dí cuenta, para parecer aún más profesional de lo que soy arreglarlo, empecé a hablarles de las diferencias entre los alumnos españoles y los alemanes, de lo que podían hacer para conseguir materiales y recursos didácticos, y también les hablé de las otras formaciones (de las deformaciones les hablé ya en el bar). Pero vamos, que al final, tras la sugerencia (innecesaria, por otro lado, pues lo habríamos hecho igualmente) de Elke de irnos a Esslingen a tomarnos una Heffeweizen, allá que nos fuimos. Hicimos planes para este fin de semana y ya tienen abiertas las puertas de mi casa (¡¡como si alguna vez alguien las hubiera tenido cerradas!!).

Iba a escribir de la primera semana de trabajo y al final he terminado escribiendo de las cervezas que me tomé ayer por la noche. Pues algo parecido me pasó ayer, que quería hablar de trabajo, y al final salió el Antonio que hay dentro de Herr Rísquez.

Bueno, y ya que estoy, lo cuento. El principio de curso bien, mucho más relajado que el año pasado con la preparación de clases (en este caso la experiencia es grado importantísimo), pero con más horas lectivas en principio, porque estamos bregando a ver si me pueden quitar un grupo y me quedo con menos de 170 alumnos.

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