jueves, 9 de febrero de 2012

De sardinas, routers y tronos

Adivinad a quién le huele todavía hoy toda la casa a sardinas, adivinad quién ha adelantado su cumpleaños seis meses, adivinad quién estuvo a punto de usar papel de periódico en vez de un plato para sentir el verano de verdad. Pero claro, por mucho periódico que hubiera, la temperatura que había ayer en mi cocina dificultaba un poco la sensación de verano; así que al final me decidí por el plato que veis.

Llevo sin internet en casa desde ayer debido a nosoequé cosa que me dijo ayer el técnico por teléfono. Es algo así como el servidor que me provee tiene dificultades técnicas y tienen que ir arreglarlo. Juntad mis habilidades técnicas con el hecho de que me lo explicaron en una lengua algunos de cuyos aspectos no controlo del todo, y creo que os hacéis una idea de por qué no sé exactamente qué le pasa a mi router. Por lo menos sé lo que tengo que hacer: esperar a que lo arreglen (selektives Hörverstehen, que se llama eso en alemán). (Nota: “... en una legua algunos de cuyos aspectos no controlo”. Yo no controlaré mucho el alemán, pero creoq ue el alemán me está controlando. He escrito, borrado, vuelto a escribir, cambiado y dejado como está esa frase varias veces... y todavía no estoy seguro de que esté bien).

El caso es que cuando volví del trabajo a casa (sin haber mirado facebook ni twitter, porque, total, lo podía mirar mejor tranquilamente en casa) uno de mis mayores temores se habían hecho realidad: la lucecita del router estaba azul en vez de verde: PANIK PANIK PANIK PANIK. Me dije “bueno, no importa, a veces pasa y al enceder el ordenador se cambia automáticamente o basta con reiniciar el router”, pero en esta ocasión no fue sificiente. De hecho no tenía ni siquera teléfono para llmar al servicio técnico (el teléfono también pasa a través del router). Después de entrar ligeramente (o no tan ligeramente) en pánico decidí resetear el router, sacar la tarjeta SIM (porque mi router va con tarjeta SIM) e instalarlo todo de nuevo.

Ahora parecía que el teléfono funcionaba. Pero de internet mejor olvidarse. Llamé al servcio técnico y me comentaron cual era el problema. Por supuesto, después de la típica espera eterna cuando llamas al servicio técnico (me extraña que no haya un grupo en facebook “Llamar al servico técnico y tener nietos antes de que te contesten” o algo así).

Después de eso me puse a leer un rato (inciso: ayer me llegaron los libros de Song of Ice and Fire. Son una droga) y me eché una siesta cortita de dos horas y media (las cosas o se hacen bein o no se hacen). Y mientras me hacía las sardinas, me preparé todas las clases de hoy.

Y por eso estoy publicando esta entrada hoy desde le trabajo en las horas libres que tengo en vez de haberla publicado ayer desde mi casa.

PD: ¿A cuánta gente conocéis que empiecen hablando de sardinas, sin despeinarse pasen a contaros un problema con el router y de repente descubrís que os han soltado todo este rollo para deciros que ya tiene los libros de Juego de Tronos?

Justo cuando acabé de escribir esta entrada reinicié el router de casualidad y ya iba, así que la he publicado hoy, en vez de mañana, como era mi intención. Tened en cuenta que todo está contado con la perspectiva de mañana.

Y ahora, a ver qué ha pasado más allá de la frontera natural que es el río Öhrn

1 comentario:

Morti dijo...

Al leer la frase que demuestra que el alemán te está controlando he pensado que estabas haciéndolo a posta, "para demostrar un punto". Luego lo has explicado, he vuelto a a leer el párrafo y lo he confirmado. Es increíble cómo sin darnos cuenta empezamos a escribir otro idioma en español; a veces no es que la frase sea incorrecta, es que nunca habrías comunicado ese mensaje así si no supieras alemán (o el idioma X).

Yo me he leído los 5 libros publicados en menos de 4 meses. No te digo ná y te lo digo tó.