jueves, 16 de febrero de 2012

Inglés (aunque no lo parezca)

Hoy es uno de esos días en los que me pregunto si esto que hacemos (enseñar, educar y esas cosas) de verdad merece la pena. A lo mejor es porque estamos sólo a un día de las vacaciones y estaría mejor en casita que aquí o a lo mejor es porque he tenido clase de inglés. Y sí, en realidad hice filología inglesa, no hispánica; aunque hay que decir que he ejercido como profesor de inglés bastante menos que de español y la verdad es que siempre con los peores grupos.

La primera vez fue en un pueblecito (3801 habitantes, que esta vez no exagero) de La Rioja. Duré diez días (es lo que tiene ser sustituto, que de repente el titular vuelve a estar sano) y era, según todos los profesores del instituto, el peor grupo el único que me había tocado a mí (porque además de poco tiempo encima fue un tercio de jornada).
La segunda vez que he enseñado inglés ha sido aquí en mi escuela, y la verdad es que tampoco es que hayan sido los mejores grupos del mundo. Pero para entenderlo hay que explicar un poco del sistema educativo alemán.
Después de la Primaria, los alumnos van a tres tipos de escuelas: Gymansium, Realschule y Hauptschule. El Gymnasium es para los muy listos, cuyo objetivo es ir a la universidad. La Realschule es para alumnos medios, cuyo objetivo es hacer un ciclo superior o a través de un bachillerato técnico llegar a la universidad; al bachillerato técnico sólo pueden acceder si en la Realschule han sacado una media superior a notable y tienen notable o más en inglés, lengua (alemana) y matemáticas. La Hauptschule es para los que son unos cenutrios, cuyo objetivo es hacer un ciclo medio. Un palentino que lleva aquí muchos años me lo explicó de la siguiente forma: el Gymansium es para quienes van a ir a la universidad, la Realschule para quienes van a trabajar en oficinas o de cara al público y la Hauptschule para quienes van a apretar tornillos en la Würth.
Una vez dicho esto, os cuento algo de mis alumnos. Mis alumnos de español vienen de la Realschule, sacaron unas notas tan buenas y están tan acostumbrados a esforzarse que tuvieron una buena media y ahora se están preparando para ir a la universidad. Mis alumnos de inglés vienen de la Hauptschule, sacaron una media tan baja que no les da ni para un ciclo de grado medio. Ese tipo de clases no suelen tener más de quince alumnos (no sé si pueden), la mía en concreto empezó con doce alumnos, hemos cogido a tres nuevos a lo largo del curso y ahora no tenemos quince, sino diez porque en lo que va de curso (cinco meses, de los que tres semanas han sido vacaciones y otras tres han estado de prácticas) se ha expulsado a cinco alumnos (en realidad la expulsión del quinto es efectiva a partir de mañana), así que imaginad los perlitas que tengo en clase.

Hay quien me pregunta que habiendo estudiado filología inglesa qué prefiero si dar clase de español o de inglés. Sinceramente, lo tengo muy claro.

Y ahora os dejo que los de inglés mañana hacen un examen y tengo que prepararlo. Alguien les tenía que haber dicho que no es bueno enfadar al profesor justo el día antes de un examen.

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